
Muchas veces nuestros sentimientos nos llevan a actuar de forma impulsiva. Así por ejemplo, en una etapa de enamoramiento es muy normal que actuemos de forma "alocada", dado que todo aquello que hacemos en pareja, para nada suele tener consecuencias y de haberlas, nunca se tiende a pensar que puedan ser negativas. Pero lo cierto es que la mayor parte de las veces suelen derivar en circunstancias que uno hubiera preferido evitar. Las simples preguntas de "qué has hecho ayer y con quién has ido", que al principio de una relación (amorosa, de amistad o familiar) suelen ser de interés y desde el cariño, si bien pueden derivar en explicaciones.