domingo, 4 de febrero de 2018

Dependencia: un peligro del hoy, un futuro sin pasado

No sabía como titular esta entrada, pero si lo que quería reflejar en ella, por lo que espero que en todo momento queden claras las intenciones de cada una de las palabras que estás leyendo. Quería hablar sobre las relaciones de dependencia que puede haber entre dos o más personas. Las dependencias pueden ser de muchos tipo, como por ejemplo económicas, aunque me centraré en las emocionales.

Muchas veces nuestros sentimientos nos llevan a actuar de forma impulsiva. Así por ejemplo, en una etapa de enamoramiento es muy normal que actuemos de forma "alocada", dado que todo aquello que hacemos en pareja, para nada suele tener consecuencias y de haberlas, nunca se tiende a pensar que puedan ser negativas. Pero lo cierto es que la mayor parte de las veces suelen derivar en circunstancias que uno hubiera preferido evitar. Las simples preguntas de "qué has hecho ayer y con quién has ido", que al principio de una relación (amorosa, de amistad o familiar) suelen ser de interés y desde el cariño, si bien pueden derivar en explicaciones.


jueves, 1 de febrero de 2018

Pase lo que pase... en silencio siempre se habla

Hoy empiezo con una frase que me gusta bastante: somos dueños de nuestros silencios y esclavos de las palabras que pronunciamos. Ser esclavo de nuestras palabras pronunciadas, no implica serlo de las que no pronunciamos. Realmente es una garantía ser dueño de nuestros silencios con los que, al igual que con las palabras, podemos decir muchas cosas.


En un artículo anterior hablaba del valor de la palabra y de la cantidad de sentimientos que somos capaces de producir en otro a través de ella. Sentimientos de alegría, preocupación, tristeza... hablamos de contagio. Sin hablar, muchas veces se transmite más. Muchas veces pensamos que no es así, pero por error. No hay mejor forma de transmitir compromiso que con un buen apretón de manos; no hay mejor forma de transmitir apoyo que arrimando nuestro abrazo a un hombro ajeno; o no hay mejor forma de demostrar cariño que con un buen abrazo. Pero, ¿hasta que punto es bueno transmitir con lo que se denomina lenguaje no verbal?