sábado, 13 de enero de 2018

La intuición, y tres cristales para una sola visión

Hoy quiero hablar de la intuición, esa palabra tan utilizada a menudo para prejuzgar, condenar y ejecutar en la mayor parte de los casos, sin motivo alguno a quien nos rodea. Vivimos en una sociedad muy dada a ello, y aunque en ocasiones tiene connotaciones positivas, quiero reflexionar sobre las negativas.

La RAE define la intuición como el conocimiento que es directo e inmediato, sin intervención de la deducción o del razonamiento, siendo considerado como evidente. De aquí podemos extraer que carece de razonamiento, y el ser humano nos diferencia del animal que razonamos, así que extraed vuestras propias conclusiones de qué hacemos cuando "intuimos". Seguramente os vengan a la cabeza cosas como: juzgar, encasillar, apartar, infravalorar, desaprovechar, presuponer...


sábado, 6 de enero de 2018

Los Reyes Magos

Sin duda tenía ganas de escribir después de la gran acogida que tuvo la última entrada. Tenía varios temas encima de la mesa y me he decidido a hablar del poder de los Reyes Magos y de lo que ello nos podemos beneficiar, sin querer entrar en términos religiosos, ni materialistas.

Me quedo con la historia de los Reyes Magos porque, aunque fuera contada de muchas maneras, en todo manuscrito o documento que nos muestra la historia, aparece un denominador común: la estrella. No hay que quedarse con si vienen de Oriente u Occidente. Si uno era negro o lo eran dos, si venían con un séquito o viajaban solos. No. Con lo que hay que quedarse es con lo que les unía, y era una simple estrella. En algún documento se dice que todos ellos se encontraron por el camino. Si, y viajaron juntos siguiendo como digo, una simple estrella.


lunes, 1 de enero de 2018

Los propósitos, un engaño encubierto.

Acaba de comenzar un año y como viene siendo habitual, llega el momento de los propósitos. Si se me permite, antes de ello llega el momento de "hacer balance" de lo que a juicio individual, se considera positivo o negativo del año anterior. El año es lo que es, un espacio de tiempo que dura 365 días o 366, para que con el paso del tiempo no nos encontremos las lluvias en agosto y el sol en pleno mes de noviembre (algo que con el tiempo va cambiando también). 

Hago esta entrada en un tono crítico, dado que no creo que debamos esperar ese número de días para hacer un balance, o lo que es peor, para decidir lo que queremos cambiar, mantener, quitar o coger. ¿No debiera hacerse día a día? Si tenemos que cambiar algo... ¿es porque mi entorno me lleva a ello, o porque estoy verdaderamente convencido? ¿Me flagelo tras un autojuicio?